Mis Poesías del libro; "Lo que queda del sueño", y Ediciones escritas en el Diario el NEA en Rqta .
Entre sábanas rojas
te soñado
apenas en penumbras
el de recorrer tu cuerpo
con la luz de aquella vela
que dibujó el contorno
de incipiente hermafrodita
siendo el prisionero
de tus pasiones descontroladas.
(II)
Hoy de nuevo
te trajeron aquí
tenías el color del sol
te abracé
alguien burlándose nos miró
rieron, yo los vi
como sombra caminaron a nuestro lado
tu mirada estaba ausente
de todos ellos
Con el temor a perderte
abarcaba el contorno de tus ojos.
(III)
No hace falta
que me ignores
porque las heridas
de tanto en tanto
tienen un poco de la calma.
(IV)
Quisiera que me elijas
entre el destino de una poesía
que duermas a mi lado
y que suene la guitarra
y que rocen los cuerpos desnudos
entre sábanas blancas
más lejos de lo pensado.
(V)
Un domingo cualquiera
regálame tu mundo
y hasta la calesita
de tus sueños
con el multicolor encanto
de tu dulce sonrisa.
(VI)
Aquella carta
pasó por debajo
de aquella puerta
la misma que un día se abrió
para recibir tu cálida presencia
Esa mañana se pintó
con el perfume a rosas
Una carta para ese hombre
tristemente perdido
entre el abismo de tierra sin nadie.
(VII)
Una vez
no hace mucho tiempo
abrí las páginas doradas
de tus ojos
tenían un acento profundo
mezclado por la miel
que como idilio
logré encontrar
aquel rayo magnífico.
(VIII)
Podrás decir que la monotonía del tiempo
tengo sus nostalgias
como punzantes recuerdos
y sus propias algarabías
que sin desmerecer al tiempo
de este mapa no las pueda borrar
Podrás decir que con el tiempo transcurrido
las nostalgias
se han instalado en tu cuerpo
pues en este preciso momento
tus recuerdos
son un laberinto punzante.
(IX)
Me acuerdo
cuando
cerró
aquella puerta
detrás de mí
Hoy
la nueva tesitura
del amor
detrás de ti
yo intento abrirla.
Las siguientes poesías, fueron publicada el Diario el NEA; miércoles 15 de octubre de 1997; escritas por, Daniel Prez Lorenzini.
(X)
Se desprende
tu propia carabana
de sueños rotos
de esta mujer infiel
de a rotos,
que hasta lo desmedido
contiene el simple perfume.
De tarde estas, mujer
agazapada
tejiendo tu propio lenguaje
descalza estás
en fría tarde
durmiendo enla desazón
de tanto peregrinaje.
Cántame un poco
mujer
luego...
Déjame parirte.
(XI)
No es de apuro apronte, esto
de andar cabizbajo, hasta meditando
en el interior del ser
con tantos movimientos ensayados,
y que en el pentagrama musical
posea todas las sombras
tan sincronizado
cuando la ciudad
se haya batido entre esos ruidos
vertiginosos.
(XII)
Una vez
no hace mucho tiempo
abrí las páginas doradas
de tus ojos
tenían un acento profundo
mezclado por la miel
que como idilio
logré encontrar
aquel rayo magnífico.
Consulté tu mirada
y descubrí hasta tu escenario
infinito de razones y de lágrimas.
Podría consultar de nuevo
tus ojos
para que me abarquen
como en un todo.
(XIII)
Tengo la expresión de lo sentidos
por un fin de cosas compartidas
entre un eco sonado
como soliloquio unívoco.
Tengo este ritmo vertiginoso
como novato y opíparo
del frenesí entre el sol de acuario
y me queda todo esto, esto lo que soy;
strass, brillo,epicentro de lo no
equívoco.
Tengo una sonrisa
larga de este lado
escapada de una escena
del parlamento parnoso.
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